La Fundación
La ruta del Takesi significa todo un desafío para el turista. Este camino arqueológico de la época de los Incas, ubicado en la provincia Sud Yungas, del departamento de La Paz, representa una aventura para los valientes que deciden transitarla y conocer los misterios que bajan desde el altiplano hasta el trópico paceño a 4.570 metros sobre el nivel del mar. El trayecto es largo y debe contar con compañía experimentada, como la de Primitivo Quispe, un emprendedor turístico de la comunidad de Cacapi, por donde pasa este camino.
Esta ruta forma parte de la gran ruta del Qhapaq Ñan, un patrimonio tangible de la humanidad, recorre seis países -Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile- y está atravesado por diversos caminos que comunicaban a las comunidades prehispánicas. Primitivo acompaña a los grupos de turistas como guía comunitario, desde La Paz hasta Yanacachi, desde donde los visitantes toman el transporte de regreso a la ciudad. Una travesía que puede extenderse hasta por tres días e incluir actividades agrícolas, caminatas, fogatas y campamentos, además de un viaje incomparable por la historia.
"Me fascina ser guía, conversar con los turistas, ayudarles a armar el campamento. Pero lo más bonito de este trabajo es que podemos disfrutar de unas vistas espectaculares. El paisaje desde la cordillera es único. Desde mi patio, a veces estamos por encima de las nubes cada amanecer. Por eso no emigré a la ciudad, no tuve el valor de dejar este mágico lugar. El turismo no beneficia a sólo una persona, sino a todos los que están en la ruta", señala emocionado este emprendedor que a sus 53 años no se hace ningún problema de hacer el recorrido al menos dos veces por semana.
En ese sentido, por ejemplo, Maruja Hilari está al frente del proyecto en la Ruta 2, que articula a cinco municipios de la provincia Eliodoro Camacho, del departamento de La Paz, colindante con el Lago Titicaca. Desde su comunidad Santiago de Okola y desde hace 10 años, Maruja y su familia ofrecen hospedaje y comida a los turistas que pasan por allí para visitar las pinturas rupestres y los senderos que van desde la Isla Tortuga hasta la Montaña Cabeza de Dragón, pasando por otros atractivos. Además del recorrido guiado, las familias de la zona también brindan talleres de pesca, venden textiles, escalada en roca y comparten actividades agrícolas.
Un compromiso compartido
“Nuestro compromiso es apoyar la reactivación de las microempresas. Ayudar a promover el turismo interno y brindar seguridad a las personas que cuidan sus negocios”, señala Gricel Ávila, Coordinadora del área de Desarrollo Inclusivo del PNUD.
El trabajo en equipo entre Naciones Unidas y las comunidades locales ha demostrado ser un camino beneficioso para todos. Y en el marco de la pandemia, la
Aunque la crisis sanitaria ha limitado la movilidad de los turistas, los pequeños emprendedores del turismo no se han quedado de brazos cruzados y han aprovechado para mejorar su infraestructura y capacitarse.
Siguiendo las valiosas instancias de capacitación promovidas por el PNUD en temas como gastronomía, manejo hotelero y medio ambiente, Fundación
El curso será 100% virtual, con una duración de 45 días y abarcará temas como gerencia, marketing y finanzas. Además, los becados recibirán dos certificados, tendrán acceso a una red de 30.000 contactos, participarán de un simulador financiero y obtendrán herramientas concretas para la mejora de sus negocios.
Con estas actividades,
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