
Los programas Gerente Pyme. Mi Negocio y Gerente Pyme. Mi Restaurante, desarrollados por Fundación Coca-Cola de Bolivia y Grupo Nueva Economía, llegaron a cada rincón del país. Capacitaciones, mentorías y programas de apoyo resultaron clave para los pequeños comercios, generalmente administrados por mujeres, que constituyen el principal ingreso familiar. El 35% de los participantes incrementó sus ventas gracias a los conocimientos adquiridos.
Las mujeres son pilares fundamentales de sus comunidades, y motor de la economía local: allí invierten el 90% de sus ingresos. Esa fuerza transformadora llevó a Coca-Cola Bolivia a sumarse a 5by20, el compromiso global de la Compañía para impulsar y acompañar a cinco millones de mujeres para el 2020. Así, en alianza con el Grupo Nueva Economía, surgieron los programas de Gerente Pyme.
En 2016, llegó Gerente Pyme. Mi Negocio, dirigido a dueños de tiendas de barrio, y en 2019 se sumó Gerente Pyme. Mi Restaurante, para apoyar a los gastronómicos. Durante estos cuatro años, con ambos programas llegamos a más de 4.000 emprendedores de toda Bolivia.
“Los cursos fueron diseñados para que puedan mejorar y ordenar sus finanzas. Y en estos años hemos tenido muy buenos resultados”, señala Noelia Mollinedo, Gerente de Nueva Empresa, unidad dependiente de Grupo Nueva Economía.
A lo largo de los cursos, capacitaciones y mentorías, los emprendedores pudieron formarse en áreas como marketing, contabilidad y bioseguridad. Fueron más de cuatro años llenos de aprendizajes, en los que las herramientas para hacer crecer los negocios fueron la prioridad.
Esas herramientas son las los emprendedores atribuyen a la mejora en sus proyectos: el 69% de los participantes de los programas Gerente Pyme afirma que aplicó lo aprendido en sus negocios. En el mismo sentido, un 35% señala que logró incrementar sus ventas gracias a los conocimientos adquiridos.
“Han mejorado sus promociones, la atención al cliente, el flujo de su información y sus ganancias se han incrementado”, apunta Noelia y añade que “lo más importante es haber logrado que las pymes se apropien de sus negocios, que ahora los sienten suyos e importantes para sus familias”. “El curso les ayudó a tomar conciencia de su rol como propietarios y su aporte en la economía familiar”.
Es que la superación personal también ha estado presente en estos cuatro años. Las cifras indican que el 30% de los participantes obtuvieron su primer título gracias a los programas de Gerente Pyme. “Muchas de estas personas tuvieron oportunidad de terminar el colegio y este acompañamiento con un asesor personal, que empieza y termina el curso con ellos, ha logrado que concluyan satisfactoriamente el curso”, agrega Noelia.
Claudia Fernández, Gerente de Asunto Públicos de Coca-Cola, considera que los programas “Gerente Pyme Mi Negocio” y “Gerente Pyme. Mi Restaurante” han sido un éxito ya que miles de mujeres potenciaron sus habilidades a través de esta capacitación en los nueve departamentos, además de implementar este conocimiento en sus negocios de manera directa.
“La crisis sanitaria hizo que nos reinventáramos, migrando el 100% del contenido a la plataforma virtual, también desarrollamos un Capítulo completo de Bioseguridad. Estas capacitaciones han dado paso al empoderamiento de una mujer y con ella de un entorno familiar, transforma una comunidad. Hemos sido testigos de esto a través de este exitoso Programa”, señaló la ejecutiva.
El desafío recién comienza
La experiencia de estos programas ha sido evaluada como tan exitosa que uno de los embotelladores de Coca-Cola en Bolivia, Embol, ha decidido continuar con Gerente Pyme. Mi Negocio y convertirlo en un programa permanente, ya que las tiendas de barrio constituyen su principal canal de ventas, incluso durante la pandemia.
En ese sentido, durante el 2020 los cursos incluyeron módulos especiales de bioseguridad, para que los emprendedores pudiesen cuidarse a ellos y a sus clientes. Esta acción se enmarcó en la plataforma regional “Juntos Salimos Adelante”, por la que la Compañía Coca-Cola busca acompañar a las tiendas de barrio y emprendedores gastronómicos en su proceso de reactivación económica.
Para muchas de las graduadas, el programa ha significado el aliciente que necesitaban para mejorar sus negocios y reinventarse como pequeñas empresarias. A Aracely Daza y su familia, hacer el curso les cambio la vida, encontraron la motivación y las herramientas justas para continuar con su restaurante después de la pandemia. “El curso nos enseñó a crecer y ser planificados. Llegó en el momento preciso cuando definíamos si cerrábamos o continuábamos”, indica con satisfacción.
De cara al futuro, el próximo paso es sumar formación en tecnología y digitalización, ya que la pandemia dejó al descubierto la necesidad de apostar por el comercio electrónico y la comunicación en redes sociales. ”La coyuntura nos ha obligado a ser 100% virtuales. La bioseguridad es nuestra prioridad, pero además implementaremos herramientas digitales en las próximas capacitaciones”, adelanta Noelia.
“Que un curso de capacitación a distancia logre que cada mujer identifique y reconozca el valor que tiene dentro de la familia, la sociedad y la economía es un orgullo. Es un orgullo formar parte de un equipo que empodera a las mujeres bolivianas”, concluye Noelia.